Entonces/Ahora

 

Cuando hace unas semanas recibí la invitación de escribir acerca de la segunda edición del proyectoPensar el moviment que celebramos  en noviembre de 2006, tuve la sensación de que aquello había sucedido hacía siglos. En realidad, no ha pasado tanto tiempo (apenas siete años), pero las cosas han cambiado tanto y tan rápido que es imposible no sentir la distancia enorme que hoy me separa de aquel momento: en efecto, entonces éramos otros y pensábamos que el mundo era distinto.  Esta certeza podría haberme sumido en una profunda melancolía y haberme llevado a escribir un lamento patético. Pero ¿qué queréis que os diga? …simplemente paso de lloriqueos. Hoy sé que nuestra bajona es SU victoria y, de momento, yo todavía tengo ganas de seguir luchando. Así que en este espacio chiquitito que me ofrecen para escribir, intentaré compartir algunas de las imágenes de aquel feliz encuentro que, a pesar de lo que nos separa, todavía siguen resonando en mí, todavía hoy son parte de mi presente. En primer lugar, los participantes: Olga de Soto, Germana Civera, María Jerez, Lengua Blanca, Martí Sales y yo, es decir, cada uno de nuestra madre. El científico Josep Perelló, de visita. La terraza de los apartamentos en el carrer Comptal. El pan de horno que comprábamos de camino a La Caldera por las mañanas. La calma y la luz de los espacios de trabajo. Mucha risa. Caminando entre bloques de hormigón intentando seguir al intrépido poeta que no paró hasta hacernos llegar a lo más parecido al fin del mundo.

Safari fotográfico en la Barceloneta. Comiendo pescaíto frito apretados y gozosos en un trozo de Cádiz exiliado en Barcelona. Mucho papel escrito a mano. La primera vez que entro en Muji de la mano de María y flipo. La primera vez que utilizo Skype y es en público. Trozos de libros, trozos de pelis. El fantasma amenazante de Jean Marc Adolphe despendolado: eso no puede volver a pasar. Declaración conjunta de los artistas presentes: Servei Estació es el paraíso del performer. El otoño mediterráneo. Lipi, Beatriu y sus ayudantes demostrando sin descanso que se puede ser inteligente, eficaz, generoso y rápido, todo a la vez. El espacio 0 recién rematado. Imaginarios de ida y vuelta. Cada día un tema y ya los he olvidado todos. Tal y como Olga sospechó, nos habíamos lanzado a las grandes preguntas y no había tiempo para tanto. Aun así, logramos pasar por cada una de ellas… 

Después de escribir todo esto, curiosamente, se me ha quitado la sensación de lejanía. Evidentemente, ahora la situación es distinta y, por fortuna, nada volverá a ser como fue porque nada se ha parado. Pero, de vez en cuando,  está bien volver sobre las cicatrices  y así, mientras esperamos a que llegue lo próximo,  no olvidar el compromiso de excitación y entrega que hemos firmado con el mundo. 

Mayo 2013